7 Verdades de la Mente Espiritual

Para poder entenderlo mejor, podríamos decir que tenemos dos mentes, la mente del espíritu que nos habla y nos dirige sabiamente y la mente material o mente del cuerpo, aquella que pertenece a nuestro Ser inferior y debido a que no puede percibir la verdad, nos perturba, infundiendo continuamente miedo, inseguridad y preocupación.

En un primer momento en nuestra existencia física, permitimos que nuestra mente material esté al mando, sin embargo, poco a poco la mente espiritual comienza a despertarse y a tomar su lugar, haciendo que finalmente desaparezca la mente del cuerpo. 

Cada persona avanza a su propio paso, para algunos lo espiritual aun no despierta y no pueden percibir más que lo muestran sus sentidos fisicos; otros han comenzado a percibir parte de la verdad – aunque aún hay muchos aspectos que no son muy claros – y finalmente quienes están totalmente despiertos, ellos comprenden que en su interior existe un inmenso Poder y perciben su Unidad con Todo. Ellos son capaces de ver más allá de las apariencias y han aprendido a asumir la responsabilidad total por todo lo que sucede en su vida.

¿Cómo podemos diferenciar la Mente Material de la Mente Espiritual? A continuación, veremos siete características de cada una, que te ayudarán a diferenciarlas claramente:

  1. La Mente Material ve, piensa y juzga completamente desde un punto de vista físico, cree que su cuerpo es todo lo que es el Ser. La Mente Espiritual sabe que el cuerpo es el instrumento que utiliza el Ser real, sabe que es mucho más que un cuerpo y que éste es sólo la parte más pequeña de lo que realmente existe.
  2. La Mente Material cree que para tratar con la gente debe utilizar sus palabras o hacerlo a través de algún otro medio, como un mensaje, una carta, un email y que ésta es la única forma de lograr resultados. – La Mente Espiritual sabe que los pensamientos que mantiene son transmitidos e influyen directamente en las personas, estos pueden ayudarle o perjudicarle en sus asuntos.
  3. La Mente Material no considera su pensamiento como un elemento real, tan real como el aire o el agua. – La Mente Espiritual sabe que cada uno de sus miles de pensamientos diarios son cosas reales que actúan sobre la mente de las personas a las que se envían.
  4. La Mente Material cree que los pensamientos no tienen ninguna influencia sobre el cuerpo. – La Mente Espiritual sabe que todos los pensamientos se exteriorizarán en la materia y que, por tanto, al sostener en la mente pensamientos positivos de amor, salud, paz y felicidad se expresarán en nuestro cuerpo, llenándolo de vigor y salud. Por el contrario, si mantenemos pensamientos de enfermedad, miedo, odio, resentimiento, se expresarán en alguna dolencia física y enfermedad.
  5. La Mente Material piensa que sus sentidos físicos de ver, oír y sentir constituyen todos los sentidos que posee. – La Mente Espiritual sabe que posee otros sentidos en su interior semejantes a los de la vista el tacto y el oído físico, pero de mayor alcance.
  6. La Mente Material quiere seguir en la misma rutina de vida y con las mismas ideas, le disgusta el cambio y se apega a los antiguos pensamientos sostenidos año tras año. – La Mente Espiritual está siempre en busca de crecimiento y acepta el cambio sin poner ninguna resistencia, entendiendo que el nuevo pensamiento nos da nueva vida.
  7. La Mente Material, después de cierta edad, rechaza la idea de aprender nuevas cosas, cree que con los años es difícil aprender y que su objetivo debe ser descansar la mente, se aferra a la idea de ser “demasiado viejo para aprender.” – La Mente Espiritual sabe que la edad no es impedimento para aprender nuevas cosas y que, por el contario, esto da más vida, disipa el cansancio, mejora la salud y aumenta el vigor de la mente y el cuerpo. Sin importar la edad que tenga, la mente del espíritu le da al cuerpo más habilidad y destreza en lo que desea aprender.

Para las personas que no han despertado, su mente material no creerá en estas ideas y las rechazará. Sin embargo, las ideas comenzarán a echar sus raíces e irán poco a poco haciéndoles despertar. Cuando la Mente Espiritual está completamente despierta, toma el control y dominio total; la mente material se convierte en el sirviente dispuesto, con gusto ayuda en todos sus deseos y sigue sus ideas; al contrario de lo que sucede en una mente dormida, en la cual la mente material actúa como Superior cuando es solamente la Inferior.

Marcela Allen Herrera


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