¿Cómo es Tu Jefe

Si trabajas en una compañía lo más seguro es que tengas un jefe, alguien que te dirige, te pide informes de gestión e incluso controla tus horarios. Si tu vida laboral ha sido extensa, es probable que hayas tenido varios jefes y con ellos buenos y malos recuerdos. Jefes prepotentes de los cuales no quisiera ni acordarte y que dejaron una rastro amargo en tu vida, y otros de los cuales aprendiste mucho y recuerdas con respeto y admiración.

Lo cierto es que, aunque nuestro jefe tenga un temperamento complicado, es parte de nuestra misión escucharle y obedecerle pero ¡Ojo! solo en el limitado territorio del trabajo. Muchas veces, sin darnos cuenta, dejamos que su dominio  se extienda más allá de lo referente a temas laborales y le permitimos que sea autoridad también en nuestro interior.  Al salir del trabajo llevamos su imagen con nosotros, mantenemos conversaciones mentales con él, discutimos y nos enfrentamos con su recuerdo. Nos amargamos a nosotros mismos al dejar que su imagen habite en nuestra mente sin desearlo, en otras palabras, que mande también en nuestro mundo interior.

Debes estar muy atento y no dejes que tu jefe entre en tu casa mental sin una buena razón, no le dediques pensamientos que te disturben y te roben la paz, ni permitas que su imagen se interponga entre tú y tu familia. Una vez que salgas del trabajo, déjale ahí junto con tus asuntos laborales. Porque si llevas su imagen contigo, estarás creando un vínculo más fuerte entre tú y él, es decir, el permanecerá en tu vida y continuará perturbándote.

Debes tener siempre presente que eres tú quien manda y gobierna en tu interior. La máxima autoridad, el Jefe en tu vida, debes ser tú mismo, y debes ser un buen superior. Escucha tu  voz interior, presta atención como hablas y sabrás qué clase de Jefe eres. ¿Eres del tipo que ejerce liderazgo; el cual indica la mejor forma de hacer las cosas; el que guía y que ve los problemas como oportunidades para crecer y superarse; o por el contrario eres del antiguo estilo Tirano los cuales tienen el miedo, la crítica y el reproche como política? ¿Eres un Líder o un Jefe de ti mismo?

Está comprobado que ese viejo estilo de dirección no funciona, por tanto, si tu voz interior es autoritaria, si te desalienta, te critica y te regaña constantemente, despídele de inmediato, de la misma forma que desearías fuera despedido un Jefe que te tratara mal. Échale de tu vida sin remordimientos, díle ¡fuera!. En el momento mismo cuando comience a insultarte en tu mente, díle “¡estás despedido y no quiero escucharte otra vez, largo de aquí!”  Tú no necesita ese trato.

No escuches el eco de palabras necias que resuenan en el interior. En su lugar escucha el sonido agradable de las palabras de ánimo dictadas por un buen Líder, las cuales te alientan a seguir adelante y te dirigen hacia un futuro mejor. Aprende a escuchar solamente esos comentarios positivos y  verás como tu vida mejora notablemente, porque vas a sintonizar con otra frecuencia de pensamientos, no solo que provienen de ti sino también los pensamientos de muchas personas positivas que están a tu alrededor.

Lo mágico de todo esto, es que ya que reflejamos lo que tenemos dentro, si solo escuchas esa voz positiva que te ayuda y te alienta, eso pronto será manifestado en la forma externa de un nuevo jefe, quien te  enseñará a triunfar y a llegar cada vez más alto en la carrera  de la Vida.

Marcela A. Herrera


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