Consigue lo que Deseas

consigue lo que deseas

Todos deseo tienen dos caras, una es la parte material o física, lo visible y la otra es la parte invisible y que se refiera a lo que verdaderamente nuestra alma quiere experimentar con el deseo.

Digamos que te sientes solo y deseas encontrar el amor de tu vida, tu  “deseo” es estar en pareja, la forma física seria encontrar un novio(a). Supongamos que llega ese alguien especial a tu vida, pero después de un tiempo aun estando en su compañía sigues sintiéndote solo, sientes que no te da la debida importancia, que te ignora o no te trata como quisieras. El sentimiento de soledad sigue siendo el mismo que tenias antes. Esto es porque en realidad lo que verdaderamente buscaba tu alma no era estar en pareja, sino que aprendieras a amarte y valorarte a ti mismo ya que interiormente te habías abandonado.

Lo mismo sucede con muchas otras cosas, vamos en busca de bienes materiales, casas, autos, etc. pero una vez obtenidos sigue estando esa sensación de vacío. Nunca será suficiente si nos enfocamos en manifestar solo la parte física y nos olvidamos de conocer qué es lo que verdaderamente nuestra alma quiere experimentar. ¿Para qué quiero una casa nueva? ¿Qué me gustaría “sentir” con ello? Solamente descubriendo la verdadera causa de nuestro deseo y regalándonos internamente aquello que queremos nos sentiremos felices y realizados y con ello la forma física le seguirá en el mundo material. Este es un mundo de sombras, si ponemos el atributo correcto en el interior veremos el reflejo deseado.

En definitiva, todo se refiere a mirar hacia nuestro interior, porque en lo mas profundo de nuestro ser ya existe todo lo que necesitamos. En nuestro estado natural, mas allá de nuestras memorias, miedos, juicios y limitaciones, esta toda la abundancia, el amor, la paz, la felicidad, esta todo allí y siempre ha estado, solo debemos ir develando una a una las capas que le cubren. Eso quiere nuestra alma, que descubramos nuestra verdadera esencia, y que nos libremos de todas las cadenas que nos hemos autoimpuesto, que nos limpiemos de  las falsas percepciones de carencia y limitación y lleguemos cada vez a un nivel más profundo en nuestro interior.

Pregúntate ¿Cuál es mi deseo? ¿Qué me gustaría tener? Luego observa y analiza qué es lo que tu alma quiere experimentar con ello. Sumérgete en el océano de tu interior y busca las respuestas, encuentra lo que te impide obtener lo que deseas, qué falsa percepción o idea equivocada existe que no te deja recibir aquello que Dios te quiere dar y que es tuyo. Libera tu alma y tendrás la experiencia que deseas.

Por: Marcela Allen Herrera

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