La Imaginación y Los Pensamientos Crean la Realidad

Todo lo que ves a tu alrededor, todas las circunstancias y personas que te rodean son los efectos de lo que se origina en tu mundo interior, ese mundo al cual solo tú tienes acceso y que nadie más puede conocer ni alterar. En la profundidad de tu alma es donde escribes la historia que luego proyectarás en la pantalla de este mundo objetivo que llamas “real”.  Es allí donde Dios te da su poder, te conviertes en Uno con él y vas dando forma a las cosas a tu propia imagen y concepto.

Todo lo que te sucede ha sido creado por ti, tú les has dado el soplo de vida a todas tus creencias y convicciones. Esto no es una fantasía, los pensamientos que piensas van a ocurrir. Todo concepto que habita en tu interior, será traído ante ti:  Piensas que eres enfermizo y lo eres; piensas que tienes mala suerte en el amor y la tienes; crees que eres afortunado en los negocios y lo eres.

El poder que te da Dios en tu interior, tú lo traspasas a tus creencias y pensamientos y lo conviertes en realidad.  Renuncia a creer en los conceptos limitantes y desaparecerán, dale poder a aquellos que te den felicidad y la dicha fluirá en cada aspecto de tu vida. Eres tú quien escribe la historia y si hasta ahora has escrito un guion triste y desalentador, hazte consciente que tienes el poder de escribir uno maravilloso para ti y tus seres queridos.  No importan los errores del pasado ni como se visualiza el futuro, tú puedes escribir una nueva historia.  La imaginación y los pensamientos crean la realidad, tu realidad.

Te digo esto porque lo he comprobado. He visto cómo ha cambiado mi vida de acuerdo a como se amplían mis conceptos, cada vez llevándome a algo más elevado y más pleno. Así también, cuando lo veas actuar en tu vida, cuando veas como se cumplen tus deseos, tendrás la prueba que la imaginación crea la realidad y que Dios habita en tu interior.

Solo debes vivir tan alegremente como sea posible. Vive feliz y  hazte consciente de cómo alimentas tu mente. Aleja cada pensamiento de confusión, de rabia, de odio, de envidia, de celos, no dejes que fantasmas imaginarios se apoderen de ti porque te distraen y te alejan de la realidad.  No puedes esperar alimentar tu mente con odio y no esperar ver odio en tu mundo, no puedes alimentar tu mente con celos y no ver la falta de amor reflejada en los demás.

Recuerda que cada pensamiento se reflejará en tu mundo exterior, entonces,  mantén solamente aquellos pensamientos de felicidad, de paz, de esperanza, de amor hacia ti y hacia los demás y verás como todo eso llega a tu vida manifestado en personas y circunstancias.

Entrega tus pensamientos a Dios y deja que dirija tus pasos, avanza tranquilo y confiado porque la evolución y la felicidad son el destino de todos quienes estamos aquí.


Por: Marcela Allen Herrera

Fotografía: Image by Gerd Altmann from Pixabay


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