Por Prentice Mulford
Si un grupo de personas habla de alguna forma de enfermedad o sufrimiento, de escenas de muerte y agonías, si cultivan este mórbido gusto por lo insano y espantoso y forman de estos sus principales temas de conversación, ellos traen una corriente de pensamiento llena de imágenes de enfermedad, sufrimiento y cosas repulsivas para una mente sana. Esta corriente actuará sobre ellos y eventualmente les traerá enfermedad y sufrimiento en alguna forma.
Si hablamos mucho sobre enfermedades, atraeremos sobre nosotros una corriente de pensamiento enfermizo y su mal resultado se materializará en el tiempo en nuestros cuerpos. Tenemos mucho más que hacer para salvarnos, de lo que ahora nos damos cuenta.
Cuando los individuos hablan juntos de negocios, atraen una corriente de idea y sugerencia de negocios. Cuanto más estén de acuerdo, más atraen de esta corriente de pensamiento, y más reciben de la idea y la sugerencia para mejorar y ampliar su negocio. De esta manera, la conferencia o discusión entre los miembros principales de la compañía o corporación, crean la fuerza que lleva adelante su negocio.
Viaja al estilo de primera clase, aloja en hoteles de primera clase y viste con ropa “tan costosa como tu bolsillo pueda comprar”, por supuesto sin correr en el extremo de la vanidad. En estas cosas encuentras ayuda para colocarte en una corriente de relativo poder y éxito. Si tu bolsillo ahora no puede garantizar tal gasto, o piensas que no lo puedes hacer, puedes empezar a vivirlo en la mente. Esto te hará dar los primeros pasos en esta dirección.
Las personas exitosas en el campo de las finanzas inconscientemente están a la altura de esta ley. Pero hay otra fuerza y factor que los impulsa. Esta es una sabiduría de la cual sus mentes materiales son apenas conscientes. Es la sabiduría del espíritu diciéndoles que entren en la corriente de pensamiento de los exitosos, y por tal corriente es llevado al éxito. No es un éxito redondo, pero bueno hasta donde va.
Si nuestras mentes, por lo que falsamente se llama economía, se pone siempre en lo barato – alojamientos baratos, comida barata y en las tarifas baratas, entramos en la corriente de pensamiento de lo barato, lo servil y lo temeroso. Nuestra visión de la vida y nuestros planes serán influenciados y afectados por ello. Esto paraliza el coraje y la iniciativa, implicada en el viejo adagio “El que nada arriesga, nada gana”.
Absorbido en esta corriente y teniéndola siempre actuando sobre ti, es sentida inmediatamente cuando entras en presencia de los exitosos y causa que te eviten. Ellos sienten en ti la ausencia de ese elemento que les trae su relativo éxito. Actúa como una barrera, impidiendo el flujo de su simpatía. La simpatía es un factor muy importante en los negocios. A pesar de la oposición y la competencia, una cierta corriente de pensamiento de simpatía une a los más exitosos.
La manía de lo barato está en la corriente de pensamiento del miedo y el fracaso. La corriente de pensamiento del miedo y el fracaso, y la corriente de pensamiento del arrojo, el coraje y el éxito no se mezclan ni reúnen a los individuos que están en estos respectivos flujos de pensamiento. Se antagonizan, y entre las dos clases de mente se construye una barrera más impenetrable que las paredes de piedra.