Muchas veces, cuando miramos a nuestro alrededor, parece que el mundo está lleno de problemas y situaciones negativas, lo que puede llevarnos a pensar y sentirnos de manera pesimista. Las malas noticias gritan tan fuerte que ahogan el lado bueno de las cosas, capturando nuestra atención. Esto sucede porque, desde tiempos ancestrales, nuestra mente ha evolucionado para prestar más atención a los peligros y problemas como un mecanismo de supervivencia. Sin embargo, es crucial recordar que, aunque cueste, debemos enfocarnos en lo positivo. Ese lado bueno siempre está ahí, aunque a veces esté oculto.
Rompiendo el Ciclo Negativo
Si constantemente nos enfocamos en lo malo, entramos en un círculo vicioso: vemos lo malo, pensamos en lo malo y, como resultado, creamos más situaciones negativas. Este ciclo solo alimenta más negatividad en nuestra vida. La clave para romper este ciclo es redirigir nuestra atención hacia las cosas buenas, por pequeñas que sean.
Encontrar lo positivo en medio de los problemas no es fácil, pero es necesario. Cuando nos entrenamos para ver el lado lindo de la vida, empezamos a pensar en cosas buenas y, eventualmente, a crear más situaciones positivas a nuestro alrededor. Es un proceso que requiere práctica y paciencia, pero los resultados son invaluables.
Podemos Crear un Cambio
Aunque pueda parecer que una sola persona no puede hacer una gran diferencia, cada pequeño cambio cuenta. Cuando una persona comienza a enfocarse en lo positivo, inspira a otros a hacer lo mismo. Poco a poco, este cambio de mentalidad puede extenderse, creando un mundo más armonioso y lleno de oportunidades para todos.
Para vivir en un mundo mejor, es fundamental creer que un cambio es posible. Al ver y valorar las cosas buenas que ya existen, nos alineamos con una energía positiva que promueve el amor y la cooperación. Este enfoque no solo mejora nuestra vida personal, sino que también tiene el potencial de influir positivamente en nuestro entorno.
En resumen, aunque el mundo parezca lleno de desafíos, siempre hay aspectos positivos en los que podemos enfocarnos. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestra propia vida, sino que también contribuimos a crear un mundo donde reine la paz, el amor y la justicia. Esto no significa que estamos negando el lado negativo de la vida; lo reconocemos y lo aceptamos como una parte de nuestra experiencia. Sin embargo, elegimos cambiar nuestra perspectiva, enfocándonos también en lo bueno. De esta manera, juntos podemos construir el mundo que todos deseamos.
Por Marcela Allen Herrera. Experta en Mindfulness y Filosofía del Nuevo Pensamiento.