Por Charles Fillmore.
Dios es bueno y todas sus creaciones son buenas. Cuando consigues fijar esto firmemente en tu mente, estás obligado a demostrar lo bueno, nada más que lo bueno puede entrar en tu mundo. Si dejas entrar la idea de que existe el mal y que eres tan susceptible al mal como al bien, entonces puedes tener condiciones que se ajusten a tu idea del mal. Pero recuerda, el mal y las malas condiciones no son reconocidas por la Mente Divina. Si has pensado en el mal como una realidad o como si tuviera algún poder sobre ti, cambia tu pensamiento de inmediato y comienza a construir células cerebrales buenas que nunca hayan escuchado nada más que el bien.
Ora así: “Yo Soy un hijo del bien absoluto. Dios es bueno, y yo soy bueno. Todo lo que entra en mi vida es bueno y solo tendré lo bueno”. Establece esta consciencia y sólo lo bueno será atraído por ti y tu vida será una alegría perpetua. No puedo decirte por qué esto es cierto, pero sé que lo es y que puedes probarlo a tu entera satisfacción.
Si comienzas ahora mismo con la idea de la bondad universal y eterna en tu mente, sólo hablas de lo bueno, y ves con el ojo de la mente que todo y todos son buenos, entonces pronto estarás demostrando todo tipo de bien. Los buenos pensamientos se convertirán en un hábito, y el bien se manifestará en ti. Lo verás en todas partes. Y la gente estará diciendo de ti: “Sé que esa persona es buena y verdadera. Tengo confianza en ella. Me hace sentir la bondad innata de todas las personas”.
Esa es la forma en que la Mente Única se expresa a través del hombre. Es la ley. Aquellos que viven de acuerdo con la ley obtendrán los resultados deseados. Aquellos que no lo hagan obtendrán los resultados opuestos.
Charles Fillmore / Traducción Marcela Allen Herrera
Libros de Charles Fillmore
