Observa tu Estado Mental

Ninguno de nosotros puede llegar de una sola vez a creer y vivir de acuerdo con nuevas leyes, principios o métodos de vida. Aunque estemos convencido de su verdad, hay una parte de nosotros que es tenaz e inflexible a lo que le resulta hostil. Esa parte es nuestra mente material o la mente del cuerpo.

Es necesario que lleguemos a una comprensión profunda de nuestra naturaleza espiritual para que nuestro ser inferior sea capaz de asimilar la información que le resulta nueva e incluso muchas veces amenazadora. Debes ir poco a poco y no trates de cambiar radicalmente tus acciones o hábitos. Lo primero que debes comprender es que hay un Poder Supremo y una Fuerza Gobernante que impregna y que rige el ilimitado universo y tú eres una parte de este Poder y como tal, tienes la facultad de obtener cada vez más cualidades, pertenencias y características de este Poder a través del silencioso deseo constante, la oración o demanda.

Cada pensamiento que tienes es una verdadera cosa – una fuerza (repite esto a ti mismo dos veces). Cada pensamiento tuyo está literalmente construyendo para ti algo en el futuro ya sea para tu bien o tu mal. Entonces pregúntate, ¿dónde está habitando tu mente en este momento en cualquier asunto? ¿En el lado oscuro o el lado de la luz? ¿Los pensamientos que tienes hacia los demás, son buenos o malos? Esto es precisamente lo mismo que preguntar, “¿Qué clase de vida y resultados estás haciendo para ti mismo en el futuro?”

Si ahora estás obligado a vivir en una vecindad o sentarte en una mesa muy inferior o vivir entre personas groseras y vulgares, no te digas a ti mismo que siempre vivirás así. Vive en mente o en la imaginación en una casa mejor. Siéntate -en la imaginación- en una mesa con un mejor servicio y entre personas superiores. Cuando cultives este estado mental tus fuerzas te llevarán a lo mejor.

Sé rico en espíritu, en la mente, en la imaginación y en el tiempo serás rico en cosas materiales. En realidad, es el estado mental en el que estás habitualmente lo que prepara con antelación las condiciones físicas de tu vida. La misma ley se aplica a la construcción del cuerpo. En la imaginación vive en un cuerpo fuerte, ágil, aunque el tuyo ahora sea uno débil.

No pongas ningún límite a tus posibilidades futuras. No digas: “Tengo que parar aquí. Debo clasificar siempre por debajo de este o aquel gran hombre o mujer. Mi cuerpo debe debilitarse, decaer y perecer, porque en el pasado los cuerpos de muchas personas se han debilitado y perecieron.”  No digas: “Mis poderes y talentos son sólo los de una persona común y corriente. Debo vivir y morir como millones lo han hecho antes que yo.”  Cuando piensas en esto, como muchos lo hacen inconscientemente, te aprisionas a ti mismo en una falsedad. Entonces, tú atraes los malos y dolorosos resultados de una falsedad. Evitas que tu aspiración crezca hacia los poderes y posibilidades más allá del conocimiento actual del mundo. Cortas de ti la verdad más elevada y las posibilidades.

Tú tienes latente en ti, algo del poder, una cierta capacidad, un talento diferente del que nunca antes ha poseído ningún otro ser humano. No hay dos mentes que sean exactamente iguales, porque la Fuerza Infinita crea una variedad infinita en cada una de sus expresiones, ya se trate de una puesta de sol o una mente.

Lo que a ti te impide avanzar y llegar más alto no es la falta de capacidades o talento, sino simplemente el temor. Pide ser liberado definitivamente de todo temor. Cada segundo de tal pensamiento hará un poco para liberarte definitivamente de la esclavitud del miedo. La Mente Infinita no conoce el miedo, y es tu herencia eterna asimilarte más y más a la Mente Infinita.


Extracto “Tu Poder Supremo” por Prentice Mulford / Traducción Marcela Allen


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