Hoy en día el mundo está lleno de literatura del “Nuevo Pensamiento”. Leerla es muy útil e inspirador. Vale miles de dólares para cualquiera que viva su filosofía.
Estuve conversando con un hombre que había estado estudiando en esta línea durante algunos años. Él dijo: – “Oh, conozco toda esa filosofía; no es nada nueva para mí. Estoy perfectamente familiarizado con ella”.
Sin embargo, este hombre continuamente se permitía a sí mismo enojarse por la menor insignificancia; era muy rápido para ver y hablar de los defectos de los demás; en términos de consideración y justicia exigía más de lo que estaba dispuesto a dar a aquellos con los que se relacionaba, y era desordenado en su persona e imprudente en el uso del dinero.
Ahora, era una simple pérdida de tiempo para este hombre leer literatura del “Nuevo Pensamiento” o practicar “respiración profunda”, ya que no ponía en práctica diariamente y a cada hora lo que enseña el Nuevo Pensamiento.
Él es como el cristiano ortodoxo que murmura el Padrenuestro y luego sale para hacer exactamente lo que no debería hacer en la vida laboral, social y familiar.
Las personas son lo que piensan. No lo que dicen, leen o escuchan. Con el pensamiento persistente tú puedes deshacer cualquier condición existente. Puedes liberarte de cualquier cadena, ya sea de pobreza, pecado, mala salud o infelicidad.
Pero si has estado manteniendo estos pensamientos la mitad de tu vida, no debes esperar derribar los muros que has construido en una semana, un mes o un año. Debes trabajar y esperar; y cuando te desanimes y tropieces, debes levantarte y seguir nuevamente.
En una hora no puedes ganar el control de un temperamento que has dejado ir suelto durante veinte años. Pero eventualmente puedes controlarlo y aprender a pensar que un estallido de ira es una vulgaridad, tal como la borrachera o la blasfemia; algo a lo cual no podrías descender.
Si te has permitido tener pensamientos abatidos y durante años creer que la pobreza y la enfermedad eran tu porción en la vida, tomará tiempo entrenar tu mente para ideas más alegres y esperanzadoras; pero puedes hacerlo mediante repetidas afirmaciones y leyendo, pensando y viviendo la hermosa Filosofía del Nuevo Pensamiento.
El Corazón del Nuevo Pensamiento | Ella Wheeler Wilcox